cautivar.
(Del lat. captivāre).
1. tr. Aprisionar al enemigo en la guerra, privándole de libertad...acá quizás debería contenerme de hacer algún comentario, ya que me sale naturalmente, hacer una analogía con el sexo masculino (al que podríamos darle el rol del enemigo, porque en mi mundo, perfectamente califica)…debería, pero no puedo. Realmente creo que hay que salir a cautivar hombres (ojoooo, no a todos, pero a cierto tipo, sí, lo aclaro para que después no digan que soy una intolerante porque vivo diciendo que los odio a todos…sí, lo soy y sí lo digo y qué?), o sea, privarlos de su libertad y hacerlos pasar por cosas que en su vida pasaron. Por ejemplo, a algunos, a los que yo llamaría “zánganos”, los obligaría que se compren sus propios calzoncillos ( y ropa en general), planchen camisas, vayan a la farmacia y pidan “tampones” (uhhhhhh, eso los puede traumar de por vida), que vayan al video y traigan una película de llorarrrrrrrr (de esas bien lacrimógenas), que levanten la mesa, laven un plato (no, peor, que laven su propia taza!!!), que guarden lo que sacan de la heladera (ese es el castigo más humillante), que atiendan el teléfono y registren en un papel quién llamó (en vez de dejarlo caer en el agujero negro de su memoria cortoplacista) que laven ropaaaaaa, o sea, que aprendan a usar esa máquina maldita llamada “lavarropas”… obviamente el lugar del cautiverio, estaría desprovisto de: tele con cable, play, computadoras, guitarras y cualquier otro tipo de instrumento y/o amplificador…sí, haría eso con hombres como mi hermano menor, jejejeje
2. tr. atraer (‖ ganar). Cautivar la atención, la voluntad…. Cosa que nunca pude evitar en mi vida, cautivar la atención del universo que me rodeaba, empezando porque crecí con un nombre bastante particular, que quieras que no, a veces necesitás de la atención del otro para poder entenderlo/pronunciarlo (así y todo he escuchado cada versión de mi nombre que por favorrrrrrrrrrrrrr)
En casa, por ejemplo, la atención la cautivaba, claramente cuando se rompía algo o mi hermana menor lloraba y/o gritaba mi nombre con ímpetu, cosa de que mi vieja viniera y, sin preguntar nada, me cagara a pedos… ah, también cuando me sucedían cada uno de mis accidentes domésticos, autoprovocados por la torpeza que me caracterizó toda mi vida. Tanto es así, que el día que “se me cayó” la bala de lanzamiento (4kgs de plomo) en la cabeza, cuando me llevaron a la dirección (mi vieja era directora de italiano del colegio) a esperar la ambulancia, mi vieja, me ve con la cabeza deformada del chichón que tenía y me dice “¿Qué hicisteeeeee?”, a lo cual respondí “después te explico”… y ahí empezó a llegar todo el colegio a ver el fenómeno Age, achichonado.
No, nunca pude, en la escuela, va… mejor dicho, a lo largo de toda mi vida dentro de la educación formal (sí, que incluye al universidad, porque no he podido tampoco), dejar de captar la atención (y no, por lo brillante de mis notas, precisamente, aunque en algún momento las tuve también). Sí, siempre fui medio quilombera, así me califican mis compañeros de antaño, me dicen, “ no eras mala, eras medio quilombera… charlabas mucho” (en un mundo en donde hablar mucho parece estar al mismo nivel que ser un asesino en serie, ser mala persona; algo que siempre se juzgó como problema, ”…y sí, ese es tu problema, que hablás mucho…”). Y sí, en realidad, nunca fui mala, sólo que no medía (mido) muy bien mis impulsos (en lo que tiene que ver con soltar al mundo mis pensamientos) y no controlaba (en lo más mínimo) ni la cantidad de palabras por minuto, ni la intensidad de la voz de esas palabras por minuto. Era (soy) como una radio, todo el tiempo hablando. Sí, muchas veces mi don de cautivar, pudo haber perjudicado a más de uno, como el día que la profesora de sociología dictaminó “de Stone Age, para allá (señalando hacia la izquierda), todos se van para afuera”, y salimos los seis… y nadie podía comprender, como carajo hacía para hablar, escribir, entender, no llevarme materias y encima ayudarlos y darles clases de italiano y contabilidad, ponele. Sí señores, se puede ser cautivadora e inteligente. Cautivadora, por charleta, por payasa, pero cautivadora al fin.
3. tr. Ejercer irresistible influencia en el ánimo por medio de atractivo físico o moral…pufffffffffffffffffffffff, no saben lo que influencio el ánimo de otros por mi atractivo físico, caen los influenciados, como moscas, mirá. Por el moral, yo creo que no se deja influenciar nadie, o alguien escuchó alguna vez “paaaaaaaa’ me cautivó esa mina, no sabés el atractivo moral y de valores que tenía”… naaaaaaaaa, esas cosas no pasan. Es raro eso de la influencia en el ánimo del otro, yo creo que es en el ánimo... pero en ánimo de “te-parto-como-a-un-queso” o en el ánimo de “te-parto-la-boca-contra-una-pared-para-frenar-el-envión” (y bue’ yo también fui cautivada alguna vez y tuve también influenciados mis ánimos), por lo general, sí es ese el ánimo que te moviliza. Hay mujeres que utilizan su atractivo físico (o el hecho de atraer con su físico, aunque no sean catalogadas de “atractivas”...no sé si se entiende, en mi mundo es así) para ejercer influencias en el ánimo de otro, para que este otro, le compre cosas, le pague cirugías, las saque a pasear, ponele, entonces también cautivan en el sentido 2 y en el 1(atraen, influencian y apresan, todo el combo). Matan tres pájaros de un tiro, a esas yo las llamaría “gato cautivador” (o gato, a secas, es igual, el meeeeesmo conceCto). Igualmente, creo (aunque mucho a mí no me salga, eso se sacar “provecho”, porque en mi mundo se llama asiiiií), que a veces es necesario influenciar el ánimo de otro, por ejemplo, te puede servir para agilizar un trámite, para que te traten bien, para que te hablen amablemente (aunque vos sepas que es porque te están mirando las gomas), te sonrían al entrar a alguna oficina, que te inviten una copa (“una copa no se le niega a nadie”, suele decir una conocida), conseguir ese trabajo… bueno, a mí me pasó eso alguna vez y me dí cuenta mucho después, ponele. Cautivé al empleado del service al que llevé a mi hijo menor (Marco Polo III, mi mp3). Yo, pensaba, “que copado el pibe, tiene todas la santa paciencia, para atenderme después de hora” (y sí, llegué casi cuando cerraban, me daba cosa, tenía culpa de que el tipo se quedara 15 minutos más)...creo que a él no le molestó, ya que cuando me dí cuenta, el cautivado había pasado eso minutos, mirándome el escote y haciéndose el que me hablaba amablemente porque estaba preocupado por mi hijo. Sí, yo, la más boluda de todas las cautivadoras. Quizás, antes, para generar simpatía (nunca se me ocurriría, ni más remotamente, la capacidad de cautivar a nadie, menos con lo físico) te metía una sonrisa amplia, de dientes algo torcidos, pero bueno, era simpática. Ahora, con la doble fila de dientes (“laic” tiburón), y una de ellas todaaaaaaaaa de alambres, ni haciendo la mayor de las fuerzas, cautivo a nadie… tendré que seguir los consejos de un amigo “más escote y menos sonrisa”… a ver si cautivo algo, ponele.
4. intr. Ser hecho cautivo, o entrar en cautiverio…bueno, si me quieren poner en cautiverio, que sea en un spa, en los Alpes y me hagan un “estrin meicouver” y me devuelvan linda, si no, que me dejen acá quietita, esperando pegar el estirón… o que me secuestre un italiano enamorado y me lleve a recorrer la toda Italia, y me cante un “gondoliere” mientras paseo por Venezia, si no es así, no, me quedo acá en Bs As mirando argentinos-italianos-diluídos ( y sus respectivas narices) en el subte… porque aceptar ser “cautivada” en este sentido, o sea, eso de dejarse secuestrar, tiene que ser algo mooooy bueno…
En términos de 1, sería cautivadora, solo para ajusticiar novias y esposas que se casaron con un inútil, nada más. Yo creo que, definitivamente, soy de las cautivadoras, exclusivamente en términos de 2. En términos de 3, si cautivo ( o sea, si eso sucediera) ni me doy cuenta, por ende entonces ni pa’ influenciar a alguien me dá; y si me doy cuenta a tiempo, seguramente el cautivado, se lleve una lista importante de puteadas o una linda cara de culo (del estilo, me-seguís-mirando-las-gomas-y-te-cago-a-trompadas). En términos de 4, ya expuse las condiciones en las cuales aplicaría.
Age (un fenómeno cautivador de a ratos)
Todos los derechos pertenecen a "Ahinitoquesahinohaynada" y a “Curtiteforro” Copi rait.
CURTITE FORRO
Como muy atinadamente se ha definido por ahí:
Curtite: jodete, hacete coger, andá a cagar y otras increpaciones a hacerse cargo de las consecuencias del propio actuar -propio de lxs otrxs, claro-.
Usualmente forma frase con la palabra forrx, siendo ¡curtite forrx!, más que un insulto, una demostración de liberación verbal (¿) y una instigación a la asunción y a la demostración de responsabilidad frente al accionar.
He aquí el fundamento sobre el cuál serán vertidas las palabras en este blog, ya que yo, me hago cargo de ellas y me curto (o no) en consecuencia. De la misma manera, se curtirán todxs aquellxs que no aprueben, apoyen y/o gusten de ellas.
Sí, a vos forrx... si no te gusta, CURTITE!!!
Curtite: jodete, hacete coger, andá a cagar y otras increpaciones a hacerse cargo de las consecuencias del propio actuar -propio de lxs otrxs, claro-.
Usualmente forma frase con la palabra forrx, siendo ¡curtite forrx!, más que un insulto, una demostración de liberación verbal (¿) y una instigación a la asunción y a la demostración de responsabilidad frente al accionar.
He aquí el fundamento sobre el cuál serán vertidas las palabras en este blog, ya que yo, me hago cargo de ellas y me curto (o no) en consecuencia. De la misma manera, se curtirán todxs aquellxs que no aprueben, apoyen y/o gusten de ellas.
Sí, a vos forrx... si no te gusta, CURTITE!!!
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